Para la realización de estas intervenciones, contamos con la indispensable colaboración del artista mejicano Rubén Ávila Manaut, con quien sin su participación jamás el proyecto hubiera germinado. Se trata de una humorística reflexión acerca del uso y el acto que cotidianamente empleamos sobre la superficie de estas estructuras urbanas. Los emplazamientos de los cuales nos apropiamos temporalmente, como soportes para la realización de esta expresión colectiva, fueron skateparks públicos existentes en la ciudad de Valencia. De estos lugares nos valimos del pretexto que implican, pues sus circunstancias nos permitieron con la superficie ideal para ejecutar la huella efímera que indagábamos. Es decir que partimos con la idea entendiendo primero la rampa de patinaje como un palimpsesto de expresión pública recargable y renovable: se recarga con su capacidad de acumular la emergencia de nuevas capas de grafitis sucesivos, pero se renueva a su vez con la depilación diaria causada por la constante fricción que producen las patinetas, patines y bicicletas que se deslizan sobre ella todo el día. Por consiguiente, no era sino oportuno grabar huellas humanas como metáfora de nuestra presencia fugaz en dicho entorno, y la poética de procurar permanencia aunque inútilmente incidiendo en un lento desvanecimiento.
Con la construcción de una serie de estarcidos indicamos un recorrido hipotético sobre las rampas, y utilizamos pintura de aerosol para agilizar el proceso de ejecución. Del aerosol nos interesaba desafiar la resistencia que garantiza su aglutinante permanente, pero además, lo aprovechamos como herramienta clave para mantener un diálogo coherente con la estética canónica del grafiti estereotipado, característico de estos lugares. La composición se pensó combinando algunos rótulos de tránsito con instrucciones de baile y tipografías que proporcionaran una retórica irónica en su discurso conceptual. La obra ilustra esas maniobras danzantes que en estas rampas se practican, mas los riesgos y las emociones que provocan, pero con la mirada sarcástica de concebirlas dentro de una práctica académica absurda. El arte y los deportes extremos que se practican en estos parques son callejeros, no academizados e imposibles de instruir metódicamente; se aprenden con la persistencia del intento que enfrenta el peligro de cometer errores en el acto. Por lo tanto la obra remite a tal experiencia y se orienta hacia el destinatario del parque, pues es éste quien mejor comprende la retórica de esta intervención. El curioso se transforma en un detective que aspira resolver el acontecimiento del vestigio, y en su intento encarna la trayectoria de un cuerpo ausente.
En patinetas nos deslizamos sobre un colorido mar ondulante de concreto tipografiado; entre fragancias de aerosol y humo clandestino, nuestros cuerpos torcieron simultáneamente su improvisado baile rodante sobre la superficie de una rampa. Al instante parecíamos estar todos sincronizados con la misma inercia, desafiábamos la inclemencia de un tiempo rápido en el equilibrio suspendido del cuerpo, entonces bajábamos flotando hasta el suelo en una caída perentoria. En algún momento vencemos el miedo a la contingencia inminente de lo terrible, de quizás nunca volver a caminar.
Mira, no es por ser el nerd aquí, pero sería posible alguna explicación con estás obras? Presumo que son hechas por ustedes, pero me gustaría entender un poco de la intención, el contexto, o por lo menos el concepto de lo que persiguen. Tienen a un fan aquí… sólo quiero entender un poco más si es posbielma…
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